martes, 4 de septiembre de 2012

Walking bass (II)


Ya sabemos enlazar arpegios mayores y menores cuando se suceden en intervalos de 4ª justa y, de forma incluso más fácil, cuando se suceden en cualquier otro tipo de intervalo (p.e.: Cmaj7 | Dm7), lo cual no es poco, ya que son los que más se utilizan. Sin embargo, los acordes aumentados y disminuidos tienen la particularidad de estar ausentes la mayor parte del tiempo, pero siempre termina apareciendo uno, por lo que hay que saber cómo tratarlos. En la línea que ya iniciamos, añadiremos algunos esquemas para conectar arpegios/acordes disminuidos (Ej.1) y aumentados (Ej.2), en Co y C+. Es raro encontrarse con varios de estos acordes seguidos, pero cuanto más los dominemos, mejor.




No se incluye la digitación de la mano izquierda porque presenta muchas posibilidades, igual que se pueden construir otras figuras, aparte de las que vemos en los ejemplos 1 y 2. Estas son solo algunas ideas.

Ahora ya tenemos la colección de los acordes más importantes. Lo que hemos hecho es agruparlos por categorías básicas. Recordemos que únicamente estamos jugando con la tónica, tercera y quinta de cada acorde, en sus distintas combinaciones. Si tenemos bien claro donde están estas notas, nos será muy fácil añadir cualquier otra extensión, como 7 ó b9, al igual que sustituir una 3ª por una 4ª en el caso de acordes tipo Csus7. Se trata de construir un mapa. El mapa no debería solo memorizarse, cosa que acabará ocurriendo, también hay que “caminarlo”, para que sean los dedos quienes se lo sepan de memoria y nos lleven a cada sitio casi sin pensar. Todo esto ocurre con la práctica consciente y continua.


Partimos de lo básico. La 7ª es interesante en acordes tipo C7, o Dm7, y la b9 en acordes de V7 (dominante). Pero más allá de esto, de momento, nos olvidaremos de las extensiones del acorde. Nos olvidaremos tanto como recordaremos las notas fundamentales: tónica, tercera y quinta (T 3 5, T 3 #5, etc), aunque no siempre las tocaremos por este orden, ni enlazaremos obligatoriamente con la tónica del acorde siguiente, como se irá viendo. El mapa de notas de los acordes es importante para establecer caminos que enlacen con las del acorde siguiente, pues, en definitiva, una pieza musical se compone de acordes (salvo rarísima excepción). Por ejemplo: el acorde Fmaj9#11 nos indica que su tercera es mayor y su quinta justa, luego lo trataremos como F, prescindiendo de su séptima mayor, su novena y su 11ª aumentada. Ante cada acorde hay que saber, lo más rápido posible, cuál es la tónica, cómo es la tercera y cómo es la quinta, sin olvidar las correspondientes octavas de dichas notas.


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