viernes, 4 de abril de 2014

Crear una base rítmica (V)

       Algunos consejos para no interferir con la melodía principal:
  • Si has de detenerte en alguna nota por largo tiempo, que sea una nota del acorde. No te detengas o abuses de notas que están a distancia de semitono de la tónica, tercera o quinta. Ten en cuenta que el solista buscará estas notas para detenerse y armar sus melodías. Tú, sin querer, podrías crear una tensión no deseada.
  • Evita trazar armonías que pudieran equivocar al solista, o al oyente. En un terreno jazzístico o experimental puede aceptarse. Pero si se trata de mantener una progresión de acordes dada vale más ser claro (aunque no obvio).
  • Intenta tocar pocas notas. Puedes tocar muchas figuras de nota (esquema rítmico), pero vale más ser parco en notas.
  • Puedes aprovechar los huecos que deja la melodía principal, pausas o silencios, para introducir pequeñas frases. Es lo que se conoce como "hacer una respuesta" al solista. En este caso, tu frase podría:
    • Complementar la del solista
    • Imitar la del solista (hacer eco)
      • Imitar sólo su esquema rítmico
      • Imitar las notas con otro esquema rítmico
  • Si hay otro instrumento que hace respuesta en los huecos del solista es más elegante retirarse al fondo, en términos de sonido, no del escenario. Tres son multitud. Además, vas a cobrar lo mismo.
      Ya hemos visto que, cuando no hay melodía principal, nuestras restricciones son mucho menores, o inexistentes. Aún así, podemos ofrecer algunos consejos, a modo de resumen:
  • Que nuestro esquema rítmico haga eco al del batería. Esto será más perceptible cuando se trate del esquema del bombo, como vimos en el primer compás de la figura 6, parte IV.
  • Tocar pocas notas. Usualmente, tónica y una ó dos más.
  • Dejar respirar al ritmo del batería. Reaccionar al él. Escuchando el ritmo podemos encontrar una línea que empaste mejor con la batería. Retomemos el ejemplo de la figura 1 de la parte III. Sólo con dejar respirar el ritmo, introduciendo silencios, conseguimos mejores líneas, como puede apreciarse en la figura 1, a continuación.
Fig. 1

     A veces, nuestra mitomanía nos traiciona. Nos hacer creer que cada línea de bajo de nuestro bajista favorito es genial y única, pero no es más que una de las posibilidades que había en ese contexto musical. El bajista eligió esa.

       Ejercicio: toma un groove icónico y trata de sustituirlo por otro igual de efectivo sin que la canción sufra.






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