miércoles, 4 de febrero de 2015

Entrevista a Eduardo Martí


Introducción

Eduardo Martí (Gandía, 1948), es un veterano bajista valenciano, y también guitarrista, compositor, arreglista y excelente persona. Su currículum es apabullante. Ha tocado en montones de grandes grupos y se ha codeado con músicos de mucha talla, y esto sólo se consigue con un alto grado de calidad musical y humana. Por citar algunos, icónicos del rock valenciano y español, Los Duendes, Los Tifones, Els 5 Xics, Los Inhumanos, Al Este, Polvos de Talco Baxter, Jah Macetas, La Gran Esperanza Blanca, Julio Galcerá & Mala Seguida, Danny Boy & The Jumpers, Burguitos, Mocedades, Revólver, Amistades Peligrosas, Eduardo Bort, David Civera, Francisco, Juan Bau, María Jiménez, Tony Ronald… Y la lista continúa. Ha paseado sus líneas de bajo por toda España, incluyendo Baleares, cruceros mediterráneos, estancias en Canarias y una gira por México.

Como buen bajista, es poco dado a dar la nota, conformándose con un responsable anonimato en favor de cuestiones superiores: la canción, la música. Sin embargo, si le elegido para abrir esta serie de entrevistas es porque su experiencia puede servir a bajistas de todo el mundo, y porque es un testimonio de primera mano de cómo ha evolucionado el bajo desde los años setenta para desembocar en lo que es actualmente. Un recorrido imprescindible para cualquiera que desee conocer en profundidad los entresijos de este instrumento, para cualquier amante del bajo y de la música. Cientos de conciertos, grabaciones, ensayos e improvisaciones hacen de su conocimiento una auténtica biblioteca que aquí vamos a tener el honor y el placer de presentar.




La entrevista

¿Cuál fue tu primer instrumento?

Una guitarra. Tenía 15 años cuando los amigos decidimos montar un conjunto, como se decía entonces, pero todos andábamos mal económicamente, así que organizamos una rifa a beneficio de la asociación de amigos de la música y fue un éxito, ya que pudimos comprar los instrumentos que necesitábamos, aunque no todos ni de la calidad que hubiéramos deseado. A mí me tocó una Invicta bastante mala, de tacto impracticable y después tuve una Jomadi que era algo mejor. Más tarde, cuando ya empezaron a salir actuaciones nos renovamos el equipo, estuve buscando una Fender Stratocaster y en la tienda no tenían en stock en ese momento, pero probé una Fender Jaguar y me gustó. Eso ya era otra cosa, porque el sonido era grande y claro, y se acercaba al de nuestros ídolos.


¿Cuándo y cómo decidiste tocar el bajo?

En los años setenta estuve un par de años inactivo. Contacté con un grupo y me dijeron que si quería tocar con ellos. Hicimos un par de ensayos y me di cuenta de que el bajista no funcionaba. Tomé yo el bajo, me cautivó el toque y el sonido, y decidí que lo mío eran las cuatro cuerdas. A partir de ese día no paré. Me llamaban por teléfono constantemente y a veces tenía que aprenderme tres o cuatro repertorios porque estaba en tres o cuatro grupos a la vez. Estaba sumergido en el mundo de la música y tuve que dedicarme en serio, exclusivamente a ella, de modo profesional. Me hice con un Fender Jazz Bass americano de ocasión, que sonaba formidable, pero tenía el mástil curvado y no encontré ningún luthier que me lo arreglara. Así que me deshice de él y conseguí un Fender Jazz Bass made in Japan nuevo, con el que he grabado varios discos. En 1996 adquirí un Moon de cinco cuerdas que va fenomenal. Con el Moon también he grabado varios discos e hice la gira con Revólver por la Península y México.

¿Cómo era tocar en un grupo cuando empezaste? ¿Qué ha cambiado?

Cuando empecé era muy joven y teníamos pocos medios pero todo se hacía con mucha ilusión y vitalidad, con la única finalidad de divertirnos, disfrutar y pasárnoslo bien tocando, eran otros tiempos. Ahora es diferente, procuro desempeñar mi trabajo con seriedad y eficacia, aunque también disfruto, claro, pero no es lo mismo.

En cuanto al material (bajos, amplificadores, etc), ¿crees que los equipos actuales superan a los de los años 60 y 70, o hemos perdido calidad por el camino?

Referente a los amplificadores, antes eran todos a válvulas y tenían una serie de inconvenientes a la hora del traslado: si las válvulas no se habían enfriado al mover el amplificador podían sufrir daños serios y al igual que una bombilla, al cabo de cierto tiempo había que sustituirlas. El sonido producía una pequeña "compresión", pero cuando se forzaba al límite, la distorsión producida resultaba mucho más agradable al oído que los de transistores, aunque éstos últimos tienen mayor rendimiento que los de válvulas y mejoran en sonidos cristalinos y los de válvulas de ahora tampoco suenan como los antiguos.

En los bajos, si se quiere un sonido vintage la gente recurre a los antiguos. La verdad es que algunos instrumentos y materiales de las décadas pasadas tenían mucha clase pero también es cierto que actualmente se fabrican con mejor calidad y hay muchos luthiers que construyen bajos tremendos y personalizados.

¿Cuál es la mejor forma de aprender a tocar el bajo?

Para aprender a tocar se requiere mucha práctica y paciencia, observar a bajistas profesionales, oír mucha música y fijarse en las líneas de bajo, el groove. En Internet hay mucha información, a veces distorsionada o bien no se sabe por dónde empezar. Lo más aconsejable es buscar un buen profesor. Aprender a tocar por uno mismo es un buen principio. No obstante, el privilegio de aprender a tocar un instrumento con alguien que sabe cómo tocarlo, no debe subestimarse.

Hay diversas escuelas musicales. ¿Cuál es tu favorita, la clásica, el jazz o ser auto-didacta?

En mi formación musical he sido autodidacta, pero he flirteado con el jazz y con muchos estilos, géneros y vertientes musicales, sin decantarme por ninguna en concreto, aunque disfruto con la fusión. El jazz-rock me influenció mucho en su día. Para mí todo es música y me encanta. La música es poderosa.

¿Cuál es tu opinión sobre los solos de bajo?

Actualmente está muy de moda, todo el mundo quiere destacar haciendo solos de bajo. Están bien los solos, pero luego te das cuenta de que se olvidan de lo más importante, que es el acompañamiento, la base. Hacer buenas líneas de bajo es fundamental, pues facilitan la percepción de movimiento y manifiestan la estructura de la canción. Junto con la batería, forman la sección rítmica, y pueden ser simples o complejas, pero deben ser contundentes, sólidas y profundas.



Y hablando de personajes que te inspiran, ¿cuáles son tus bajistas favoritos?

¡Uf! Hay muchos, pero citaré algunos:

Willie Weeks, James Jamerson, Nathan Watts, Darryl Jones, Aston Barrett, Paul McCartney, Verdine White, Byron Miller, Gary King, Ron Carter, Eddie Gomez, Jaco Pastorius, Tony Levin, Marcus Miller, Larry Graham, Stanley Clarke, Neil Stubenhaus, Anthony Jackson, Will Lee, Abraham Laboriel, Victor Bailey, Ray Brown, Louis Johnson, Lincoln Goines, Sal Cuevas, Nathan East, Mark King, Paul Jackson, Alphonso Johnson, John Wetton...

Todos ellos son pesos pesados, no cabe duda. Hablemos de lo que te motiva para tocar. ¿Recibes inspiración de bajistas o también de otros músicos, u otras cosas?

Por supuesto de bajistas, pero también de otros músicos. Muchas veces oigo un saxo por ejemplo y me gusta lo que toca en un momento dado, y lo transcribo o lo saco de oído. Puede ser de un saxo o de cualquier otro instrumento. Creo que esto es bueno, porque cuando transcribimos estamos estudiando muchas cosas a la vez: musicalidad, lenguaje propio del instrumento, tempo, técnica, etc. Son conceptos que vamos adquiriendo poco a poco, y lo mejor de todo, lo hacemos escuchando a alguien que nos gusta y nos motiva a seguir día a día con el estudio. La mejor manera de aprender es imitando a los grandes músicos, pero sin perder tu propia identidad. Luego ya, vas encontrando tu camino.

¿Qué debería aprender un bajista?

Cuando se toca en un grupo hay que aprender a prestar atención a los demás, entender qué función tiene cada instrumento y cuál es la nuestra. Tocando con otros músicos se desarrolla un sexto sentido fascinante. Una forma de entenderse casi sin mirarse, solo escuchándose unos a otros. Eso es la música, y es algo que todo bajista debe aprender para comprender en toda su dimensión el sonido de nuestro instrumento y la importancia del arreglo, y el tono.

¿Qué debería evitar un bajista?

Ser sucio tocando. Hay que procurar tocar limpio y saber recortar las notas. El bajo es tan grave que si no tocas limpio se confunden las notas y no se entiende nada. También hay que tocar afinado y a tempo, procurar no correr.

¿Cómo se consigue que tantos buenos grupos y solistas decidan contar con tus servicios?

Manteniendo la mente abierta cuando formo parte de un proyecto. Intento comunicarme bien con los músicos para saber qué es lo que quieren. Es algo así como tener capacidad de adaptación, dejarse llevar, ser buen intérprete. Yo siempre me comporto de una forma natural e intento hacer la cosas lo mejor que puedo, no hay más secreto.

En cuanto a los ensayos, ¿hay que practicar en casa o sólo tocar cuando te subes al escenario?

Depende. Si voy a tocar con un grupo con el que hace tiempo que no toco, es lógico repasar el repertorio en casa para refrescar la memoria, o bien si hay que sacar alguna canción nueva es normal preparársela, aunque a veces da tiempo de arreglarla en la prueba de sonido. También es verdad que hay grupos que prefieren no ensayar y salir al escenario un poco a la aventura, improvisando. Si es un grupo o un artista y llevas varias actuaciones seguidas, no hace falta prepararte nada, porque se trata de repetir la selección de canciones en cada intervención. Cada cual tiene su manera de andar.

¿Cuál es tu estilo de música favorito y por qué?

Desde muy joven siempre me han entusiasmado las canciones con un toque funk. En los años 60, cuando se pusieron de moda las discotecas, ponían mucha música negra, soul y R&B (Sly & The Family Stone, James Brown...) y eso es algo que me marcó de por vida inconscientemente, me encantaba ese peso del bajo y la batería. Me gustan esos ritmos fuertemente acentuados y la utilización de riffs muy sincopados que crean un intenso y poderoso groove. El funk es una expresión abierta que se centra más en la forma de tocar que en el estilo musical específico. En realidad soy muy abierto a la mayoría de estilos. Pop, rock, reggae, etc. etc. El reggae me encanta, pues el bajo juega un papel importantísimo ejerciendo un toque rítmico que define el carácter de cada canción.

Háblanos acerca de tu equipo: bajo, amplificador, efectos…

Como he dicho al principio, el bajo que uso es un Moon JJ5 de 5 cuerdas, activo, made in Japan. Lo tengo ya hace casi 20 años y tocando slap tiene un sonido auténtico.

Tengo un amplificador Fafner 600W con dos pantallas EBS Evolution Pro Line 2000, una de 2x10 y otra de 4x10.

De efectos tengo un EBS MultiComp que lo uso a veces. Normalmente no uso efectos de ningún tipo.

Algún momento especial sobre un escenario.

Al subir a un escenario siempre se vive un momento especial pero recuerdo una vez un escenario que estaba en un foso. Cuando estábamos los músicos preparados con los cables enchufados y a punto de tocar, el propietario de la sala apretó un botón y el escenario subió a la intemperie, al descubierto, y allí estaba toda la gente esperándonos y aplaudiendo cuando aparecimos. Algo curioso de verdad.


¿Escuchas tus grabaciones antiguas?, ¿alguna que te guste especialmente?

Con esto del Facebook es inevitable, porque regularmente subo algún vídeo o audio para que lo escuche la gente, pero normalmente no lo hago. No hay ninguna grabación que me guste en especial. Es decir, me gustan todas porque ellas forman parte de mí.

Sobre el aprendizaje musical, ¿hay que aprender teoría musical y técnica, o es mejor tocar de oído?

Creo que tocar de oído es fundamental. También es necesario aprender teoría musical porque eso te hace buen músico. En mi caso empecé tocando de oído hasta que empecé a acompañar artistas que me presentaron las partituras de sus repertorios y tuve que ponerme a estudiar métodos un poco. No obstante, si me dan una partitura a primera vista, me mareo. Primero me lo estudio, me lo aprendo y lo toco, aunque si me dan un cifrado, sí que lo leo a primera vista sin problemas. Para tocar cualquier estilo es indispensable aprender armonía y lenguaje musical para fortalecer la habilidad de improvisación y para entender la música. Un músico con buen oído tendrá una gran capacidad de asimilación de conocimientos a través de la audición. Ambas cosas son muy necesarias.

¿Qué te gusta de la música actual?

No me entusiasma demasiado.

Para terminar, tu disco y grupo favorito de todos los tiempos.

Eso sí que es ponerme en un aprieto, pero en fin... me decido.

Disco: el álbum blanco de los Beatles.


Grupo: Weather Report.


Una escucha atenta

A continuación presentamos una selección de grabaciones y vídeos de Eduardo, como muestra de su carrera como bajista.


Solos de Slap






Con Julio Galcerá y Mala Seguida





Con Galloping Guitars




Con Flashbacks




Con Jah Macetas y El Rumbero Jamaicano






Con Eduardo Bort




Podéis obtener más información sobre Eduardo y contactar con él a través de su página web: http://www.eduardomarti.com/



Pues ya lo habéis visto, leído y escuchado. Opiniones maduradas a lo largo de más de cinco décadas, de las que se puede extraer mucha información, orientación e inspiración. Lo que más me llama la atención de Eduardo es lo claro que explica sus ideas sin que suene a sermón dominical.

Queremos agradecerle infinitamente su disposición para realizar esta entrevista, así como el material aportado, su dedicación, su sinceridad y su sencillez a la hora de responder. Un bajista de una pieza: honesto y sin trucos, sin falsas apariencias ni complejos. Todo un ejemplo. Desde Bajo Máximos le deseamos larga vida, y le agradecemos sobre todo esos conciertos memorables que nos ayudaron a crecer como músicos y como amantes de la música.

Aquí podéis leer la entrada en formato revista: